Londres, Reino Unido

Switched On London: energía limpia y asequible. Por las personas, no por el beneficio.

Switched On London (SOL) es una coalición de campañas que aglutina sindicatos, activistas por el medio ambiente y movilizaciones de base de todo el Reino Unido. SOL exige que la Autoridad Metropolitana del Gran Londres (GLA) –autoridad del Gobierno a nivel regional responsable del Gran Londres– establezca una nueva compañía pública municipal de servicios.

December 12, 2016

Campaign for Energy Democracy

Affected population

Concretamente, SOL exige: una compañía socialmente justa y que aborde la pobreza energética mediante un sistema justo de tarifas y la inversión en la eficiencia energética de los hogares; una compañía sostenible ecológicamente, mediante un compromiso de venta del 100 % de la energía renovable tan pronto como sea posible, que establezca colaboraciones con planes locales de generación comunitaria; y una compañía que se haya democratizado mediante una gama de medidas participativas, desde asambleas vecinales de asesoramiento a la elección de los miembros para el comité ejecutivo.

Desde su lanzamiento, en diciembre de 2015, SOL ha conseguido del nuevo alcalde de Londres, Sadiq Khan, el compromiso de establecer una nueva compañía pública de energía denominada Energy for Londoners (Energía para los londinenses). La campaña se centra ahora en movilizar la presión necesaria para asegurar que esta nueva compañía encarne la visión de democracia energética que propone SOL.

La historia…

El Reino Unido es algo así como un feudo de la política energética neoliberal, con un sector altamente liberalizado dominado por las llamadas «Seis Grandes» corporaciones de servicios públicos. Pero los últimos meses han presentado la promesa de algo diferente, pues una serie de gobiernos locales está estableciendo nuevas compañías públicas de suministro energético como alternativa al sector privado, que ha quedado desacreditado y sin la confianza del público.

La elección inesperada del izquierdista Jeremy Corbyn como líder del Partido Laborista británico ofrece la oportunidad de extender y, posiblemente, radicalizar esta agenda. En este contexto surgió Switched On London. El planteamiento era que una campaña que articulase una visión popular pero radical sobre la energía municipal democratizada podría propiciar una transformación progresiva del sector energético al modelar el clima político: tanto a nivel nacional, influyendo en el planteamiento de Corbyn y de la revitalizada izquierda del Partido Laborista, como a nivel local, inspirando a las autoridades de ciudades y municipios a establecer servicios públicos democratizados para la energía, en línea con las propuestas de SOL.

Para conseguirlo, los activistas que fundaron SOL se dispusieron a capitalizar la oportunidad política que se presentó con las elecciones a la alcaldía de Londres en mayo de 2016. El objetivo era conseguir una nueva compañía energética para la capital que fuera limpia, justa y democrática, y aprovechar y publicitar esa victoria para influir en las políticas energéticas en otros lugares.

La estrategia de SOL ha consistido en trabajar fuera y dentro de las dinámicas políticas formales de la ciudad: la campaña ha trabajado duro para presionar y establecer relaciones con responsables clave de la toma de decisiones, y al mismo tiempo se ha ocupado de desarrollar un amplio movimiento de base que unifica las luchas que se llevan a cabo en toda la ciudad. El objetivo ha sido mantener estas dos líneas de trabajo conectadas entre sí y apoyándose mutuamente. Así, por ejemplo, un próximo evento llevará al nuevo teniente de alcalde en materia de Medioambiente y Energía a un centro comunitario del sur de Londres –a una urbanización donde los residentes luchan contra una sociedad público-privada encargada de la calefacción urbana– para dar a las campañas y a los grupos comunitarios de toda la ciudad la oportunidad de plantear preguntas, inquietudes y prioridades relativas al avance de la nueva empresa pública de energía.

Esta estrategia ha demostrado tener éxito, pues la coalición reunida tras la campaña consiguió aglomerar a grupos cuya unión nunca antes había resultado cómoda: sindicatos, activistas por el medioambiente, grupos de reflexión y dinamizadores comunitarios. Además, la presión movilizada impulsó a todos los candidatos a la alcaldía de Londres a respaldar alguna forma de compañía municipal de energía, y el compromiso del nuevo alcalde, Sadiq Khan, fue resultado directo de la presión ejercida por SOL.

La demanda de la campaña

Instamos a la Autoridad Metropolitana del Gran Londres (GLA) –en colaboración con los distritos de Londres– a establecer una nueva compañía energética, impulsada por los ciudadanos.

Deseamos una compañía energética que recorte las facturas y disminuya las emisiones contaminantes de carbono. Una compañía de propiedad pública que venda energía para el bien común, no para generar beneficio. Una compañía cuyo eje sea la justicia social, la energía limpia y la democracia.

Justicia social

Deseamos una compañía energética que ofrezca precios justos y asequibles, basados en un sistema de tarifas progresivas.
Deseamos una compañía energética que no limite el acceso a quienes no pueden pagar y que no instale contadores de pago previo no deseados.
Deseamos una compañía energética que reinvierta lo obtenido en medidas para abordar la escasez de combustible y la crisis del coste de la vida, y que en particular dé prioridad a la inversión ambiciosa para la eficiencia energética en los hogares.
Deseamos una compañía energética que dé un trato justo a sus trabajadores, lo que significa que pague al menos un salario digno para la vida en Londres, y que ofrezca empleo no precario, en buenos términos y condiciones, seguro y sindicalizado.

Energía limpia

Deseamos una compañía que comprometa una ambiciosa inversión pública en nuevas capacidades de generación de energía renovable (estamos iniciando la investigación sobre un objetivo específico de inversión que sea adecuado). Una parte importante debería invertirse en capacidades renovables en el territorio de Londres.
La GLA y las autoridades locales de Londres deben liquidar sus fondos de pensiones vinculados a combustibles fósiles, y reinvertir ese dinero para financiar las nuevas capacidades renovables que precisamos. Otras fuentes de financiación pública para explorar nuevas inversiones en energías renovables son los bonos municipales y los préstamos.
Deseamos una compañía energética que tenga como propósito vender el 100 % de energías renovables tan pronto como sea posible.

Democracia

Deseamos una compañía cuya titularidad pertenezca enteramente a organismos públicos de Londres (sin ningún socio privado), pero que controlada directamente por la gente.
Para hacerlo, deseamos integrar una serie de mecanismos democráticos que incluyen:
Un comité ejecutivo compuesto por: un tercio de funcionarios públicos de Londres; un tercio de empleados de la compañía energética, elegidos democráticamente por todos los trabajadores de esta; y un tercio de residentes londinenses, elegidos democráticamente por todos los residentes en Londres y los clientes no londinenses. La composición del comité ejecutivo deberá garantizar una representación de al menos el 50 % de mujeres.
Asambleas abiertas celebradas cada año en cada distrito de Londres, donde representantes de la empresa tienen que responder a preguntas y recibir información y consejo.
La creación de un foro democrático en línea, en el que las personas puedan debatir e influir en las operaciones de la compañía, incluso mediante peticiones públicas.
La obligación de que el comité ejecutivo debata las peticiones públicas si reciben el respaldo del 1 % o más de la población londinense.
La obligación de convocar un referéndum en línea sobre una propuesta si recibe el respaldo del 5 % de la población londinense.
Transparencia al 100 % en todas las operaciones.
Estas medidas democráticas se aplican a todos los residentes de Londres, con independencia de su nacionalidad o ciudadanía.

Retos y próximos pasos

El objetivo principal de avance es garantizar que la GLA se atenga a su compromiso, y que la compañía energética proporcionada respete las líneas rojas de SOL para prestar un servicio público limpio, justo y democrático. Aquí se presentan algunos retos.

Convencer a los responsables de la toma de decisiones acerca de la importancia del control democratizado es especialmente difícil: ello queda fuera de las principales normas políticas, y a los legisladores les preocupa que más medios democráticos impliquen mayor burocracia y menor eficiencia.

Existe un riesgo real de que la GLA decida apostar por una colaboración público-privada de algún tipo. En este caso, el reto será desarrollar el argumento que sostenga que la propiedad plenamente pública es la mejor, y desarrollar el poder y la influencia necesarios para imponer nuestra posición.

Si obtenemos la compañía que deseamos, el reto será garantizar que un número importante de londinenses cambie a este proveedor de energía, y que no quede únicamente para los consumidores de clase media con el tiempo y los recursos para hacerlo. Asimismo, el hecho de garantizar que los mecanismos de participación democrática que estamos exigiendo permitan un control significativo y otorguen poder en la toma de decisiones, en lugar de formas vacuas de consulta, será, sin duda, una lucha permanente.

Avanzando aún más, esperamos operar tanto a más pequeña como a mayor escala. Esperamos desarrollar mayor poder localizado, formando núcleos activistas en los vecindarios de Londres para generar apoyos y presionar a los responsables de la toma de decisiones en toda la ciudad. Y tenemos que comenzar a pensar más allá de los límites de Londres y ejercer una mayor influencia en los debates nacionales que inicialmente nos propusimos modelar. En última instancia, esto significa emprender nuevas campañas en otras ciudades, como ha ocurrido ya de forma alentadora en Mánchester.